Cali, la segunda ciudad de Colombia está obligada a implementar una política de mejora ambiental clara y definida, a través de la cual enfrente la problemática derivada de las emisiones de gases producida por el parque automotor publico o particular, siendo el primero, el principal factor de contaminación citadina,
La excesiva producción de smog, por parte de los vehículos, sobre todo de servicio público se convierte en el principal foco de contaminación ambiental que afecta de manera directa e indiscriminada la salud de la población caleña.
El DAGMA es el ente público destinado a mantener y preservar el medio ambiente y para ello constantemente se escucha que se adelantaran campañas direccionadas a educar a la población acerca del manejo de los niveles de contaminación que se presentan en la ciudad y del cual somos responsables todos, como quiera que ni el estado tiene políticas definidas acerca del cómo sino erradicar, por lo menos si minimizarlo, ni nosotros tenemos una cultura de ciudad sobre el cuidado y la preservación del mismo.
En días pasados, el Director del DAGMA en entrevista concedida a través del noticiero Telepacifico, el funcionario le comentaba al Director de ese medio periodístico, que existen muchos proyectos direccionados a adelantar campañas de concienciación de la ciudadanía, sobre el compromiso que tenemos con el planeta y con las generaciones venideras para le cuidado del medio ambiente, peo de igual manera y de una forma por demás diplomática, hizo tímidamente manifiesta la situación de que tales proyectos se quedaban reducirlos a meras buenas intenciones porque la politiquería y el sentido de figuración pro parte de entidades enfrentadas, tales como EL DAGMA y la CVC, obstaculizaban el desarrollo de estas campañas, las cuales, la más de las veces no llegan siquiera a ser presentadas, porque son abortadas antes incluso de su presentación, por ausencia más que de recursos, de voluntad política para implementarlas y sacarlas a delante.
Sumado a lo anterior, se observa de manera por demás preocupante, como las EPS y las IPS presentan datos estadísticos que alarman al más desprevenido de los ciudadanos si se tiene en cuenta que esas estadísticas muestran un aumento progresivo y galopante de las patologías de tipo respiratorio en los menores de 16 años, estadísticas estas que según los encargados de ese tipo de conteo van en aumento gracias a la contaminación producida por la emisión de gases tóxicos que presenta hoy en día la ciudad, y aun más preocupante es el hecho de que el l DAGMA no realiza los controles a los que esta obligado en razón de sus funciones legales por ausencia total de recursos, los mismos que deben ser destinados por el gobierno municipal para la recuperación de los equipos de monitoreo y medición y para implementar campañas educativas dirigidas a los habitantes; muchas de estas situaciones derivadas de los constantes enfrentamientos que hay entre los directivos de la Corporación Autónoma de Occidente CVC quien es la que debe realizar los desembolsos de los recursos, los cuales deben ser entregados al DAGMA para el cumplimiento cabal de su labor , enredados en disputas bizantinas de nunca acabar, donde el único perjudicado es el pueblo caleño y sobre todo los menores de edad y los adultos mayores.
Por todo lo anterior se tiene a veces la impresión que las “medidas” implementadas por el DAGMA sido insuficientes frente al flagelo que deben enfrentar y esto se debe en parte por la falta de dineros públicos en sus arcas, pero otra gran parte, recae en la falta de conciencia ambiental que tenemos los caleños y en especial los dueños de las empresas de transporte que no le están ayudando en nada al municipio a combatir esta problemática.
En la entrevista televisiva de la que hable en incisos anteriores El Director del DAGMA afirmo que “los equipos de medición ambiental están en desuso y que es fundamental la reanudación de los controles, pero para esto se necesitan unos $700 millones de pesos, que se deben destinar a reparar estos dispositivos y que esta situación está siendo analizada por el gobierno municipal” , luego se entra o mejor se cae en un círculo vicioso en el que la ausencia de recursos y la falta de voluntad tanto estatal, como privada , desembocan en ausencia total de procedimientos que obliguen a los contaminadores al pago de sus acciones en contra de la salud de la población.
Decía el funcionario, que daba grima ver como muchos de esos equipos que fueron adquiridos por la administración municipal, para ejercer el monitoreo y el seguimiento a los niveles de contaminación atmosférica y poder sancionar a los infractores, hoy se están pudriendo en bodegas, sin que lleguen a cumplir la función para lo cual fueron adquiriros, situación esta que escuchada de boca de quien fue nombrado para ejercer la función de protector de medio ambiente a titulo de delegación estatal es de verdad muy preocupante ya que ello pone de presente la incapacidad del gobierno municipal para trazar y ejecutar una política pública para el manejo del medio ambiente firme, aterrizada, contúndete y sobre todo provechosa para la salud física y mental de la comunidad caleña.
En el año 2007 la ciudad de Santiago de Cali registro aproximadamente 5.535 casos de menores que fueron atendidos por el HUV en lo que se refiere a enfermedades y afecciones respiratorias, dato este desde todo punto de vista preocupante si se tiene en cuenta que esas cifras no son estáticas, sino que van en aumento gradual día a día.
Otro factor que coadyuva a la contaminación no solo del aire, sino del espacio físico, es la presencia de vehículos de servicio publico (Buses, taxis y busetas) que datan de años muy antiguos de movilización y que hoy en día son verdaderos monumentos al oxido y al descuido por parte de sus propietarios y a la tolerancia pacifica y consentida de los funcionarios públicos con facultades para obligar a sus dueños a realizar su chatarrizacion y salida de circulación de los mismos,
En días pasado el Presidente del Consejo de Cali, Concejal MILTON CASTRILLON sostuvo que en estudio entregado a esa corporación se había encontrado que las empresas de transporte público no están cumpliendo con el cronograma de chatarrizacion de los automotores que ya han cumplido su tiempo útil ya que estos automóviles son los que más emisiones producen y se debe a que precisamente estos automotores viejos no contienen filtros o queman la gasolina muy rápidamente. Ese mismo ente legislativo municipal encontró, que empresas como verde Bretaña, amarillo crema, rojo gris, blanco y negro, papagayo y alameda tienen dentro de sus flotillas de vehículos algunos buses con una vida útil de más de 30 años que hace mucho tiempo debieron salir de circulación , pero que en gracia de la corrupción que gira alrededor de este negocio del transporte este problema es difícil de identificar, toda vez que se encontró que los registros, chasises y tarjetas de propiedad han sido modificados, léase alterados para evadir los controles de las autoridades encargadas de ejercerlo. Con estas acciones que han tomado las empresas de transporte pareciese que no estuvieran dispuestas a ayudar al medio ambiente y que ha estas organizaciones solo les importa el lucro y por lo tanto, no le apuntan a implementar junto con el DAGMA y la CVC una política ambiental clara.
Otro punto a tratar es que cada año se incrementa el número de buses en la ciudad, pero el problema es que los buses que llegan no son para reemplazar los buses viejos, son otra gran cantidad grande de buses viejos que llegan de otras ciudades a engrosar las cifras, estos buses los traen procedentes de otras ciudades del país, pero en el peor de los casos son traídos de Venezuela o Perú de manera ilegal, los cuales entran a engrosar los niveles de contaminación de manera exorbitante, además de causar grandes congestiones en la ciudad
Es apremiante que la cultura ciudadana debe estar encaminada a cambiar estos aspectos para poder que los niveles de contaminación disminuyan, lo más importante ahora es que tanto las personas del común como los empresarios dueños de las empresas transportadoras tomen conciencia del daño que causan a la ciudad y a la ciudadanía todos esos vehículos en malas condiciones técnicas y que todos debemos empezar a tomar una conciencia ambiental que disminuya este daño, por eso entre todos debemos ayudar a las autoridades denunciando los automóviles que infrinjan las leyes y buscar la manera de desarrollar en la ciudad alternativas de transporte que le ayuden mas al medio ambiente.
El moderno y recién inaugurado Masivo Integral de Occidente “ MIO” es una clara muestra de coadyuvancia al mejoramiento del medio ambiente y excelente opción de transporte público, que lo ubica como un sistema muy eficiente y económico, toda vez que al funcionar a prueba de gas natural vehicular es más barato que la gasolina común y y al reducir las emisiones causa menos combustión que la gasolina.
De todo lo anterior se deduce pues, que no existe realmente al interior de la administración publica municipal, una verdadera política de conservación y cuidado del medio ambiente, toda vez que el ente encargado de adelantar dicha función, no tiene eco dentro del engranaje municipal, pues la politiquería se ha adueñado no solo de los recursos sino de la voluntad de la clase dirigente que asume los cargos prometiendo mejorar la calidad de vida de los conciudadanos, pero una vez posesionados parece que cayeran en una amnesia o letargo administrativo que les impide desarrollar las funciones para lo cual ingresaron al engranaje administrativo.
